En Cartas Obispo Emérito

Queridos hermanos y amigos:

Con esta carta deseo comunicaros que este domingo voy a iniciar la Visita Pastoral al Arciprestazgo de Calatayud. Con ella pretendo acompañar a todos los sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos de las distintas parroquias y comunidades del Arciprestazgo de Calatayud, compartir el gozo de la fe que nos anima y alentar la esperanza y los trabajos comunes por el Evangelio. Es grande la ilusión que tengo en esta Visita y no menor la esperanza que tengo puesta en ella, en la que compartiremos la fe, la esperanza y el amor con que Dios nos ha bendecido.

La mejor manera de explicar lo que es la Visita Pastoral es decir simplemente que se trata de la visita de un pastor. Como obispo y hermano siento la necesidad de conoceros, de estar con vosotros. También los Apóstoles visitaban las comunidades que habían fundado. Después de su primer viaje apostólico, San Pablo se dirige a Bernabé? invitándole a visitar “a los hermanos en todas las ciudades en que hemos predicado la palabra de Dios, para saber cómo están” (Hechos 15,36).

La Visita Pastoral la debemos vivir como un momento de gracia. Lejos de ser una Visita meramente burocrática es un acontecimiento que supone un momento particular de presencia de Cristo, Buen Pastor, en la vida de una comunidad parroquial. En la oración con la que pedimos por el fruto de la visita decimos: “Haz, Señor, que en la Visita pastoral recibamos tu visita”. Mi intención no es otra que haceros presente a Cristo, que “ha visitado y redimido a su pueblo” (Lucas 1, 68). Como obispo se me ha encomendado esta preciosa misión: “hacer presente en medio de los creyentes a nuestro Señor Jesucristo, Sumo sacerdote» (LG 21). Él es, verdaderamente, el “Pastor y Obispo de nuestras almas” (1 Pedro 2, 25).

Desde mi llegada a esta querida diócesis, el 19 de marzo de 2011, he tenido numerosas ocasiones de visitar muchas parroquias del Arciprestazgo de Calatayud, para conferir el sacramento de la confirmación, para celebrar las fiestas patronales u otras efemérides parroquiales, oportunidades que me han posibilitado encontrarme con muchísima gente y conocer a mis diocesanos.

La Visita Pastoral es para mí una oportunidad para acrecentar el conocimiento tanto de los sacerdotes como de los religiosos y de los laicos que formáis parte de este querido Arciprestazgo de Calatayud. En esta Visita daré? prioridad a las personas sobre las cosas. Es momento de escuchar, dialogar, animar; es tiempo para conocer mejor las dificultades y deficiencias y, sobre todo, es una ocasión singular para renovar y revitalizar las comunidades parroquiales. Como se dice en el Directorio para el ministerio pastoral de los Obispos, en la Visita Pastoral, el obispo “ejerce más cerca de su pueblo el ministerio de la palabra, la santificación y la guía pastoral, en contacto directo con las angustias y las preocupaciones, las alegrías y las expectativas de la gente, con la posibilidad de exhortar a todos a la esperanza” (Apostolorum succesores, 220).

Escribo esta carta a toda la diócesis para que oréis por mi? y por esta Visita al Arciprestazgo de Calatayud, para que el Espíritu del Señor me de? actitudes y palabras adecuadas para favorecer la vida cristiana personal y comunitaria en nuestras parroquias y comunidades, palabras de ánimo que muevan a la necesaria nueva evangelización de nuestra sociedad en tiempos cambiantes, y palabras de gratitud para todos vosotros sacerdotes, personas consagradas y fieles cristianos laicos que día a día sostenéis el servicio de nuestra Iglesia en sus más diversas realidades.

Con todo afecto os saludo y bendigo.

+ Eusebio Hernández Sola, OAR

Obispo de Tarazona

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