Pastoral

Uno de los ejes que sostienen este Plan Pastoral Diocesano es precisamente el de “ser comunidad”. Esto no significa “uniformidad”, sino “ser totalmente uno” (Jn 17, 23) en Cristo, acogiéndonos con amor y fraternidad y trabajando por el crecimiento espiritual y en santidad de cada uno de los miembros de esta porción de la Iglesia, que es nuestra diócesis.

Nuestra vocación es anunciar la Buena Noticia de Jesucristo, verdadero Evangelio del Padre.
Somos conscientes de que sólo hay una forma de llevar a cabo esta encomienda:
hacerlo como Iglesia, como comunidad, que unida en la diversidad de carismas y ministerios, trabaja, codo con codo, para que a toda la tierra alcance su pregón.

La liturgia unifica la belleza propia del ritual y los símbolos con la belleza estética del lugar en el que se celebra. Ese patrimonio nos ayuda a entrar y participar de las celebraciones. A través de él gozamos de una catequesis artística que conmueve nuestros corazones al encuentro con el Amado.

Nuestra Iglesia Diocesana quiere asumir la afirmación del Papa en la que exponía que la “Caridad está en el centro de la vida de la Iglesia y es verdaderamente su corazón… porque es precisamente el rostro de Dios”, como uno de los modos de evangelizar, continuando el modo de hacer de Jesús y guiada por Espíritu.