
OBJETIVO ESPECÍFICO 1 |
Hacer comunidades sensibles a las realidades de necesidades de nuestro entorno. Entre ellas, una de las debilidades más resaltadas ha sido la de un “desconocimiento de la realidad” y “hacer las cosas sin tener en cuenta la realidad de las personas” por lo que era necesario “acercar los contenidos a nuestra realidad más cercana” y “fomentar la sensibilización e impulsar la Caridad”. Este primer objetivo pretende rellenar esa laguna detectada en nuestro análisis previo en este campo. |
OBJETIVO ESPECÍFICO 2 |
Impulsar una formación conjunta desde la Doctrina Social de la Iglesia. Con el segundo objetivo específico queremos dar respuesta a la solicitud, también amplia, de una formación seria “en el Magisterio de la Iglesia” y más en concreto, en lo que se refiere a este eje en “la Doctrina Social de la Iglesia”. La valoración de esta necesidad nos obliga a adquirir criterios y “recursos” sociales, económicos, familiares, ecológicos, que emanan del Evangelio y se han ido plasmando en la Doctrina Social, para actuar en un mundo cada vez más complejo. |
OBJETIVO ESPECÍFICO 3 |
Promover formas de acompañamiento y cuidado de las personas en nuestras comunidades. Nuestro tercer objetivo específico responde a la voluntad de abrir nuevas oportunidades, potenciando y orientando nuestra acción evangelizadora desde la caridad efectiva. A través de ella, queremos que nuestra Iglesia Diocesana, con sus voluntarios, manifieste el rostro misericordioso y la ternura de un Dios que quiere que todos sus hijos vivan con dignidad, sobre todo en las situaciones que más se necesita de cariño, protección y ayuda. Así también queremos dejar patente que nuestra fe en Jesucristo nos lleva a transformar el mundo para que cada día se parezca más al Reino proclamado e inaugurado por Él. |