En estos días la Santa Sede, ante el dificil tiempo que estamos viviendo a causa
de la pandemia del Covid-19, ha emitido unos Decretos que nos orientan y ayudan ante
esta situación:
Decreto “En tiempo de Covid-19 (II) ” de 19 de marzo de 2020, y Decreto, “En
tiempo de Covid-19 (Il) “, de 25 de marzo de 2020 de la Congregación del Culto Divino
y de la Disciplina de los Sacramentos.
Por su parte, el Presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Juan
José Omella, arzobispo de Barcelona, el 21 de marzo, ha hecho llegar a los miembros de
dicha Conferencia, una nota sobre la Misa Crisma!, teniendo en cuenta lo señalado en el
Documento de la Congregación para el Culto Divino.
Junto a esta carta se os envían los Decretos del Culto Divino para que los leáis y,
así, os informéis de lo que en ellos se detalla.
Os comunico ahora las decisiones que competen al Obispo diocesano y que
establezco para nuestra diócesis de Tarazona:
LA CELEBRACIÓN DE LA SEMANA SANTA
La Misa Crismal estaba prevista para el Miércoles Santo, 8 de abril, en la S. I. Catedral, teniendo en cuenta que el estado de alerta se ha prolongado hasta el 11 de abril, según la facultad que se concede al Obispo diocesano en el Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y siguiendo la sugerencia del Presidente de la Conferencia Episcopal Española dispongo que:
– La Misa Crisma) se celebrará en la fecha prevista, Miércoles Santo, y se hará a puerta cerrada en la Santa Iglesia Catedral. Más adelante y cuando hayamos superado esta dificultad actual, se convocará al presbiterio diocesano para distribuir el Crisma y los Óleos y renovar las promesas acerdotales. De esa forma, podremos también dar gracias a Dios todos juntos después de esta tribulación.
-Con respecto a las celebraciones del Triduo Pascual asumo aquello que señala el Decreto de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Es decir: El Jueves Santo, aquellos sacerdotes que tienen su domicilio comunicado directamente con la iglesia podrán celebrar en la iglesia la Misa del día, sin pueblo, por la facultad que concede a todos los sacerdotes dicho Decreto de celebrar “excepcionalmente” solos ese día. También autorizo a aquellos que no vivan en sus parroquias o que su domicilio esté lejos de la iglesia, o iglesias que regentan, a celebrar en un lugar digno de su casa la Misa de ese día.
Aquellos que no puedan celebrar ese día la Misa la pueden sustituir con el rezo de
las Vísperas propias de Jueves Santo. El restos de celebraciones, o sea, Viernes Santo y
Vigilia Pascual se rezarán las Vísperas propias del Viernes Santo y el Oficio de Lecturas
propio del Domingo de Pascua.
-Con respecto a los monasterios y comunidades religiosas: Establezco que aquellas comunidades que puedan contar con su capellán, guardando todas las indicaciones sanitarias señaladas por la autoridad, celebren los oficios de esos días según señala el Decreto de la Congregación.Aquellos monasterios o comunidades religiosas a las que el capellán no pueda atender sustituirán los oficios por las Vísperas el Jueves y Viernes Santos y la Vigilia Pascual con el Oficio de Lecturas indicado para el Domingo de Pascua.
Como está previsto en el Misal Romano para la oración universal del Viernes Santo, el Obispo diocesano puede, en circunstancias especiales, añadir alguna intención; más adelante se os comunicará qué súplica se añadirá ese día (MR 314, 13)
Queridos hermanos sacerdotes, en estos tiempos difíciles, pongamos más ahínco en nuestra oración en favor del pueblo que nos ha sido encomendado, celebrad cada día la Misa, si entra dentro de vuestras posibilidades; si no podéis en vuestra iglesia, os concedo la facultad de celebrar la Santa Misa en vuestros domicilios, en un lugar digno.
A las monjas y comunidades religiosas os ruego que recéis en estos días difíciles por el cese de la pandemia y por todas las necesidades de la humanidad que sufre especialmente en estos días.
Sé que estáis rezando mucho, y estáis haciendo todo lo posible por ofrecer a vuestros feligreses el alivio espiritual de estos días, os lo agradezco mucho. Pero os recuerdo que lo sigáis realizando y nos unamos a todas las iniciativas propuestas por el Santo Padre.
En lo establecido en estas disposiciones para nuestra diócesis he contado con la colaboración del Vicario General y el director del Secretariado de liturgia de la diócesis.
Con todo afecto os saludo y bendigo.
+Eusebio Hemández Sola, O.A.R.
Obispo de Tarazana
