En Cartas del Obispo, Cartas dominicales

Comienzo hoy la publicación dominical de las cartas pastorales para nuestra publicación «Iglesia en Tarazona».

Quiero dirigirme a todos vosotros expresando mis primeros sentimientos que creo que está bien resumidos en la frase que encabeza esta carta.

Comienza con un posesivo «mi» no porque quiera reflejar una pertenencia egoísta y exclusiva sino más bien la cercanía que siento con vosotros. La Iglesia es de Cristo, pertenecer a la Iglesia es pertenecer a Cristo. Como vuestro obispo, sucesor de los apóstoles a quienes Jesús encomendó el cuidado y pastoreo de su Iglesia, siento esa gran responsabilidad, a la vez que, al estar unido al Santo Padre y al resto de los pastores, formamos nuestra casa a la que llamamos Iglesia Universal. Qué suerte formar parte de la Iglesia de Cristo, que suerte ser uno con el Papa Francisco y con el resto de iglesias particulares, que suerte ser la familia de todos los creyentes.

El sentir esta diócesis como algo propio, sirve para que todos nos sintamos en comunión con la Iglesia universal y así íntimamente unidos todos a Cristo.
Desde que recibí el encargo de ser vuestro pastor quise meteros dentro de mí, llevaros en el corazón, os quiero como a mi familia y espero que este sentimiento crezca cada día. El trato, el compartir momentos buenos y malos, el tener objetivos comunes, van a hacer que estemos juntos y como dice el refrán «el roce hace el cariño» por eso espero crecer cada día en el afecto hacia todos vosotros.
Somos una diócesis, modesta, pero con la plenitud de una iglesia particular. Tenemos que estar orgullosos de ser la familia creyente que sigue a Jesus y vive su Evangelio.

Ubicados en Tarazona, es aquí donde tenemos que colaborar para que el Reino de Dios se haga presente, para que todos seamos buena noticia para los demás. Que seamos conscientes de que cada uno de nosotros bautizados, somos una pequeña llama del Espíritu que alumbra a sus hermanos para caminar por el camino que nos lleva a Dios. Sintamos esa responsabilidad en nuestra vida porque, de esta manera, el Evangelio sea para nosotros un proyecto vivo de vida, una ruta siempre nueva que tenemos que recorrer unidos y ayudando para que otros también lo hagan.

Comenzamos un camino juntos, dejemos que el Espíritu Santo nos guíe y acompañe.

Feliz semana para todos.

+Vicente Rebollo Mozos.
   Obispo de Tarazona

Teclea lo que quieres buscar y pulsa Enter