Con este lema, Cáritas nos invita a que pensemos en los más débiles, los más pobres y seamos generosos y solidarios estas Navidades con ellos.
Durante el año hay dos fechas muy significativas con las que Cáritas llama a nuestro corazón, a nuestra generosidad, para que colaboremos y aportemos nuestros recursos económicos o nos hagamos socios. Estas fechas son el día del Corpus Cristi, día nacional de caridad porque la Eucaristía es alimento para amar a los demás, y el día de Navidad, porque Dios se hace hombre abrazando nuestra pobreza y nos invita a que cada uno de nosotros abramos nuestro corazón a los más débiles como Jesús lo ha hecho.
“Somos lo que damos” es una llamada a la reflexión, a caer en la cuenta de que el dar no nos empobrece, al contrario, nos humaniza y engrandece, nos ayuda a ser buenos. Las personas somos imágenes de Dios “hechos e imagen y semejanza” (Gn. 1,27) y como nos dice San Juan “Dios es amor” (1Jn. 4,8), por tanto, cuanto más amamos más nos parecemos a Dios y más nos realizamos como personas. El ser imagen de Dios es un proceso, algo que vamos haciendo día a día; las personas tenemos esa capacidad de ir creciendo, haciéndonos cada día a nosotros mismos. El combustible es la caridad, el amor, por eso somos lo que damos, crecemos al darnos, la caridad nos perfecciona.
Próximos a celebrar la Navidad días de familia, encuentro, fiesta y alegría, metamos también en nuestros hogares a Cáritas y sus actividades.
Al comenzar el Adviento el Papa Francisco nos recordaba que “en este camino hacia la Navidad nos ayudan a algunas actitudes: la perseverancia en la oración, rezar más; la laboriosidad en la caridad fraterna, acercarnos un poco más a los que están necesitados; y la alegría en la alabanza al señor. Por tanto, la oración, la caridad y la alabanza con el corazón abierto para que el señor nos encuentre”.
Quizá no siempre nos resulta fácil y posible acercarnos al necesitado, pero sí que podemos tenerle presente en nuestro corazón y aportar nuestro donativo para que Cáritas se acerque a ellos y les pueda dar lo que necesiten en cada momento. Es importante que nuestro “acercarnos al necesitado” parta del convencimiento interior, del compromiso, no de una mera acción porque parece que en Navidad somos más propicios para ello. Por eso Cáritas nos invita a que nos hagamos la siguiente pregunta: ¿qué puedo dar para ser esperanza, ser amor, hacer justicia para los demás?, y nos propone algunas claves para tener en cuenta a la hora de actuar: mirar con ternura, escuchar con paciencia a Dios y al prójimo, cuidar al débil, compartir con generosidad luchar contra la incoherencia.
Son principios que podemos hacer en nuestra vida diaria, que nos pueden mover al compromiso y así transformarán nuestra vida y la del necesitado.
Estamos atravesando un invierno difícil para nuestras familias y para muchas personas, pensemos con generosidad en ellas, pongamos en práctica la capacidad de amar que tenemos en nuestro interior.
Es tiempo para compartir, es tiempo para darnos.
+Vicente Rebollo Mozos
Obispo de Tarazona