Es muy típico hacer propósitos para el nuevo año. En la vida, las personas necesitamos plantearnos metas, objetivos que alcanzar; eso nos permite crecer, mejorar y a la vez, sentirnos constructores de nuestra vida, protagonistas de nuestra historia.
Con la llegada del nuevo año, es muy típico que hagamos propósitos con los que alcanzar nuevas metas, de superar situaciones con las que no estamos de acuerdo, plantearnos ilusiones que nunca cumplimos porque no perseveramos en su consecución. Algunos conseguimos, otros se diluyen por ser demasiado utópicos y, otros aguardan para ser retomados el próximo año.
Cómo ser realistas con nuestra vida, cómo plantearnos las metas que nos convienen, que con perseverancia, esfuerzo y estímulo podemos alcanzar partiendo de un deseo básico. Escuchemos al papá Francisco quien, en su mensaje para la jornada del 1 de enero, jornada de la paz, nos invita a que “nos dejemos cambiar el corazón”. Parte de la situación aún no superada generada por la pandemia del COVID y por la triste realidad que está suponiendo la guerra de Ucrania.
Es el mejor propósito y el más necesario, y además, común para todas las personas, todos necesitamos dejarnos cambiar el corazón, con nuestras solas fuerzas no podemos. El Señor tiene que ayudarnos y por eso, nos sigue animando el papá en este mensaje “permitid que Dios transforme nuestros criterios habituales de interpretación del mundo y la realidad a través de este momento histórico”. Solo cambiando nuestra forma de ver las cosas, de aceptar al hermano, solo cambiando nuestra forma de pensar podremos cambiar nuestro corazón y surgirá la esperanza.
MISIÓN DIOCESANA DE COCHABAMBA
Quisiera recordar en esta jornada a nuestra misión en Cochabamba. El 6 de enero celebramos que la salvación de Dios es para todas las personas, que Jesús es el hijo de Dios que se nos regala a todos. Son ya muchos años los que lleva nuestra diócesis, a través del servicio generoso que habéis realizado muchos sacerdotes y que ahora mismo lo están haciendo Florián y Vicente. Es una manera bien concreta de hacer que Jesús sea regalo para todos. Cómo os lo agradecemos y cómo queremos seguir ayudándoos en vuestra tarea: una parroquia, 5 capillas, 3 comunidad de religiosas, dos guarderías, un comedor una casa de acogida… y otras muchas labores sociales, todo ello, para sembrar el Reino de Dios en esta zona de Bolivia habitada por 60.000 personas, todo un reto, atendido por la diócesis, por la Fundación Tarazona Misionera, con la ayuda de la Fundación Lavilla Montón, con muchas becas que apadrinamiento “un niño en tu mesa” por las que tantas personas de nuestra diócesis de Tarazona aportáis la cantidad de dinero con la que se puede pagar las comidas que se sirven a los usuarios.
Cómo no sentir la providencia a través de tantos colaboradores; allí cada día se palpa la Epifanía del Señor.
Muchas gracias a todos por vuestra colaboración todos estos frutos provienen de un corazón nuevo que, ojalá, siga así por siempre.
Sigo animando a que colaboremos generosamente con nuestra misión de Cochabamba. Feliz año nuevo para todos .
+Vicente Rebollo Mozos
Obispo de Tarazona