INFANCIA EVANGELIZADORA
Esta jornada de la infancia misionera nos recuerda el potencial evangelizador que tienen los niños. Se considera que los niños son evangelizadores de los niños, son una red que se forma en la misión y, todos juntos, comparten sus aportaciones para ayudar a los misioneros en su trabajo con los niños; con su cooperación ayudan a que más de cuatro millones de niños en las misiones puedan acceder a la educación, la salud, la protección de la vida y la fe.
Pero su capacidad va más allá de la ayuda a la evangelización de niños en el tercer mundo; mis últimos años como sacerdote los he pasado, entre otras tareas, en una parroquia nueva de un barrio que se estaba formando. Había, hay muchos matrimonios jóvenes, que con motivo de la celebración de que sus hijos celebraran un sacramento, principalmente la primera comunión, participaban con cierta asiduidad en la parroquia, catequesis, oraciones, eucaristías. Cuando el niño ya lo había celebrado, la gran mayoría de ellos dejaba de acudir a la parroquia y los padres tampoco participaban. La presencia del niño, sin que ellos fueran muy conscientes, era ocasión para que los padres escucharan el mensaje del Evangelio.
La Infancia Misionera enseña el Evangelio a los niños a través de 3 bloques: creer, vivir y compartir. Creer: aprender a rezar, a orar por todos los niños y por los misioneros. Vivir: conociendo cada día más a Jesús, vive su misma forma de vida amando a los demás. Compartir: hablar de Jesús con otros niños y ayuden con su aportación económica a otros niños.
Cómo llega a los países de misión la ayuda de la infancia misionera. España es el país que más ha aportado durante el año 2022, se ha ayudado a 34 países con una aportación de 2.145.354 euros y han resultado beneficiados 270.000 niños. Las ayudas más importantes han sido para África y para Asia con 267.000 niños atendidos. A nivel mundial la aportación ha sido de algo más de 12 millones de euros, con lo que se ha podido ayudar a cuatro millones de niños de 120 países.
Pero no pensemos que es una ayuda solo para los países de misión, está pensada esta jornada como ayuda a nuestras iglesias del viejo continente. Para dejarnos ayudar, nos puede venir muy bien a todos asimilar el lema de este año: uno para todos y todos para Él. Nos invita a los cristianos a vivir la unidad, el perdón, la fraternidad en un mundo tan dividido e individualizado como es el nuestro. La fe nos ayuda a vivir unidos y así, juntos, mejoraremos este mundo de forma más fácil y eficaz; y también, tenemos que vivir todos para Él, todos sirviendo al Evangelio, permaneciendo en su amor como fuente de amor.
Según palabras de San Juan Pablo segundo en la encíclica Christifideles laici la comunión representa a la vez la fuente y el fruto de la misión: la comunión es misionera y la misión es para la comunión (ChL 32).
Que este domingo sea la gran fiesta de los niños que quieren que todos conozcan a Jesús. Mucha fuerza para nuestros niños que sean muy activos en el seguimiento de Jesús: Uno para todos y todos para Él.
+Vicente Rebollo
Obispo de Tarazona