En Cartas del Obispo, Cartas dominicales

Estamos comenzando el tiempo de verano tiempo de vacaciones, aunque probablemente no para todos. Es de desear que todas las personas a lo largo del año puedan tener un tiempo en el que desconecten de la actividad habitual, puedan dedicar más tiempo a la familia y a los amigos, a cultivar de formas intensa sus aficiones, en definitiva, un tiempo de descanso y vacaciones como lo solemos entender.

Al llegar estas fechas he recordado la frase del Papa Juan Pablo I, que decía que “el espíritu no tiene vacaciones”, con la que nos quiso exhortar a que, aunque en el verano, las actividades, los horarios sean distintos, no descuidemos nuestro trato con Dios, nuestra frecuencia sacramental, nuestras oraciones. El descanso físico es necesario, pero no debe frenar nuestra relación con Dios, nuestro desarrollo personal, nuestras vivencias de los valores.

La actividad pastoral va a disminuir, aunque en algunos sitios es posible que sea más intensa, especialmente con ocasión de las fiestas patronales u otras celebraciones. Ojalá nuestras parroquias sean lugares de verdadera acogida para todos y que las devociones que nuestros antepasados nos dejaron la sigamos cultivando con la misma sensibilidad y amor, y así, sirvan para seguir profundizando en la fe y haciéndola crecer.

A lo largo de este curso hemos ido elaborando el plan de diocesano de pastoral y esperamos ponerlo en marcha al comenzar el nuevo. Con gran empeño hemos trabajado todos, hemos hecho un esfuerzo para dotarnos de esta herramienta que nos permita coordinar, dinamizar y enriquecer toda nuestra vida pastoral diocesana.

Estos meses nos pueden ayudar a conocerlo mejor y de esta manera estar preparados para ponerlo en práctica. El Espíritu Santo nos irá iluminando sobre la mejor manera de proceder.

También será este verano un tiempo de renovación de los responsables de delegaciones y secretariados, agradezco mucho a los que habéis estado al frente de estos servicios todo vuestro trabajo y desempeño, el tiempo que habéis dedicado a la formación, a la planificación y programación de actividades, a la coordinación de los partícipes y a la realización del plan anual de cada secretariado y delegación. Agradecer y dar la bienvenida a los que asuman ahora esta responsabilidad, os deseamos mucha docilidad al espíritu, rezamos para que así sea.

Junto a ellos también habrá renovación de los sacerdotes que realiza la función de Arciprestes. Su tarea de animar y coordinar la pastoral en sus territorios es fundamental para la puesta en marcha de todos los planes pastorales. Sirva también esta carta para agradecer a los que hasta ahora han desempeñado esta función y, dar la bienvenida a los que asuman esta responsabilidad.

Por último, pido una una oración especial por mí, sé que lo hacéis. El motivo es que el próximo día 28 de junio se cumple un año desde que el Papa Francisco me nombró obispo de esta Diócesis de Tarazona. Doy gracias a Dios por ello, me confío a su misericordia y su perdón, y muy especialmente, a vuestras oraciones. Muchas gracias. Quiero seguir siendo el pastor que necesitáis y os merecéis.

Feliz verano para todos.

+Vicente Rebollo Mozos.
Obispo de Tarazona

 

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