PRIMERA PREGUNTA DEL CUESTIONARIO DE LA C.E.E. |
Puede formar parte de una primera reunión de grupo sinodal, una vez explicada la pauta de trabajo por parte del animador de grupo, o bien puede formar parte de una segunda reunión, en función del calendario que elabore cada grupo sinodal. Exige una preparación previa de tipo personal antes de la reunión para reflexionar y responder sobre la pregunta N.º 1 del cuestionario de la C.E.E.
ORACIÓN Y LECTURA DE LA PALABRA
ANIMADOR/A. Invocamos la ayuda que nos viene de Dios. Nos abrimos a las llamadas del Espíritu, para que sea ÉL y no nosotros el protagonista de nuestras reuniones sinodales.
Estamos ante ti, Espíritu Santo, reunidos en tu nombre. Tú que eres nuestro verdadero consejero: ven a nosotros, apóyanos, entra en nuestros corazones. Enséñanos el camino, muéstranos cómo alcanzar la meta. Impide que perdamos el rumbo como personas débiles y pecadoras. No permitas que la ignorancia nos lleve por falsos caminos. Concédenos el don del discernimiento, para que no dejemos que nuestras acciones se guíen por prejuicios y falsas consideraciones. Condúcenos a la unidad en ti, para que no nos desviemos del camino de la verdad y la justicia, sino que en nuestro peregrinaje terrenal nos esforcemos por alcanzar la vida eterna. Esto te lo pedimos a ti, que obras en todo tiempo y lugar, en comunión con el Padre y el Hijo por los siglos de los siglos. Amén.
ESCUCHAMOS Y MEDITAMOS LA PALABRA DE DIOS: Lc 10,1-9
LECTOR/A:
Después de esto, designó el Señor a otros setenta y dos y los envió por delante, de dos en dos, a todas las ciudades y sitios adonde él había de ir y les dijo: «La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos, no llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino. En la casa en que entréis, decid primero: `Paz a esta casa ‘ y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros. Permaneced en la misma casa, comed y bebed lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa. Si al entrar en un pueblo, os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en él y decidles: Está llegando a vosotros el Reino de Dios.
– PREGUNTA N.º 1. La clave está en que con la escucha y discernimiento que vamos a hacer, queremos seguir aprendiendo a vivir en estilo sinodal. Por eso, leemos antes los capítulos del Informe de síntesis para poder contestarla. Antes hemos tenido que acordar si elegimos a) tres temas de entre los 20 temas del Informe de Síntesis, b) un tema de cada una de las tres partes de dicho Informe, o c) elegimos tres temas a partir de la selección de siete capítulos que recomienda la C.E.E., compartiendo el motivo de la elección.
Nos preguntaremos y responderemos en tres rondas, de acuerdo con la metodología de la conversación del Espíritu:
– Pregunta N.º 1: ¿Qué podemos hacer a nivel parroquial, diocesano y nacional para seguir aprendiendo la Sinodalidad? Se pide una doble respuesta que enumeramos como 1.1. y 1.2.:
– Respuesta N.º 1.1: Elegir 3 prioridades de entre los capítulos o temas que habéis leído del Informe de Síntesis previamente en casa.
El animador/a del grupo, pone en marcha las rondas de intervenciones de cada miembro del grupo sinodal:
- Primera ronda de intervenciones. Cada uno toma la palabra a partir de la reflexión personal que ha hecho en casa en clima de oración y escucha atentamente la contribución de los demás. Escuchamos en silencio orante la respuesta de cada uno a cada pregunta, sin entrar en debate y al finalizar la ronda, se guarda un minuto de silencio orante para escuchar mejor.
- Segunda ronda de intervenciones. Hacer espacio a los demás y al Espíritu. Cada uno comparte de lo que ha escuchado a los demás, lo que más le ha resonado o lo que más resistencia ha suscitado en él, dejándose guiar por el Espíritu Santo. Tras la escucha, guardamos otro minuto de silencio orante.
- Tercera ronda de intervenciones. Construir juntos. Dialogamos juntos en el grupo a partir de lo que hemos aportado para discernir y recoger el fruto sinodal: reconocer intuiciones y convergencias, identificar discordancias u obstáculos, dejar que surjan voces proféticas. Es importante que todos los miembros del grupo puedan sentirse representados por el resultado del trabajo. El secretario/a escribe las respuestas.
– Respuesta N.º 1.2: Elegir 3 iniciativas concretas para poner en práctica a nivel local (parroquial, diocesano, nacional), indicando el modo para implementarlas en la propia realidad eclesial:
- a) Parroquial
- b) Diocesana
- c) Nacional
- Primera ronda de intervenciones. Cada uno toma la palabra a partir de la reflexión personal que ha hecho en casa en clima de oración y escucha atentamente la contribución de los demás. Escuchamos en silencio orante la respuesta de cada uno a cada pregunta, sin entrar en debate y al finalizar la ronda, se guarda un minuto de silencio orante para escuchar mejor.
- Segunda ronda de intervenciones. Hacer espacio a los demás y al Espíritu. Cada uno comparte de lo que ha escuchado a los demás, lo que más le ha resonado o lo que más resistencia ha suscitado en él, dejándose guiar por el Espíritu Santo. Tras la escucha, guardamos otro minuto de silencio orante.
- Tercera ronda de intervenciones. Construir juntos. Dialogamos jun tos en el grupo a partir de lo que hemos aportado para discernir y recoger el fruto sinodal: reconocer intuiciones y convergencias, identificar discordancias u obstáculos, dejar que surjan voces proféticas. Es importante que todos los miembros del grupo puedan sentirse representados por el resultado del trabajo. El secretario/a escribe las respuestas.
ORACIÓN FINAL
Damos gracias a Dios por la primera reunión sinodal y para concluirla, el animador/a del grupo, propone guardar un minuto de silencio y rezar esta oración.
A ti, Dios nuestro, que asumes nuestra humanidad y le das VIDA por tu Espíritu,
acudimos suplicantes, necesitados de tu fuerza y de tu gracia.
Bendice a la Iglesia Diocesana de Tarazona
para que busque siempre tu voluntad
y construya una Iglesia en salida, samaritana y servidora de todos.
Danos por tu Espíritu el aliento de VIDA
que necesitamos para hacer de nuestras comunidades,
escuelas de comunión.
Inspíranos el ardor evangelizador de tus profetas, apóstoles y santos,
haznos testigos creíbles, en permanente estado de misión.
Danos vigor, audacia, para llegar a todos para acoger,
cuidar y acompañar a todos a los que te celebran cada día,
a los que se alejaron de tu casa a los que todavía no saben cómo eres.
Señor Jesucristo, acompaña con tu presencia alentadora,
los esfuerzos de esta Iglesia Diocesana
que emprende un tiempo de escucha, conversión y misión.
Con María nuestra Madre
te presentamos nuestra Diócesis, bendícela e infúndele tu VIDA. AMEN